Soy Ancestra

Yo soy ancestra cuando me veo en tus ojitos.

Cuando me decido lesbiana, cuando hablo, cuando camino, cuando me pongo de pie, cuando elijo estar viva, cuando me veo en tus ojitos y respondo tus preguntas. 

Soy ancestra porque en mí puedes refugiarte, llorar, encontrarte. Soy ancestra porque cada día te pienso y te cuido. 
Soy ancestra porque guío, porque dibujo, porque trazo un camino con otras, para otras.

Existo y me nombro para que otras nombren, para que otras caminen, así como antes hubo quienes se nombraron para que yo me elija.

Como ancestra, me construyo cada día, cuando se ha sobrevivido a las ganas de morir, cada día cuenta. Te regalo todos estos días míos que llevo a cuestas, para que aprendas, para que escuches, para que recuerdes y agregues a tu vida un pedacito de la mía. 

Lesbiana grande, lesbiana madura, lesbiana tía, vieja lesbiana que estuvo antes de ti.

Aquí estaré, siempre del otro lado: cuidando tu salto, acompañando tu aventura, abrazando tus decisiones. Aquí estaré, en la otra orilla, donde estamos entre todas inventando una munda a la altura de tus sueños. 

Soy ancestra porque insisto, porque siguen faltando lesbianas, porque aún queda mucho muro por derribar con nuestra voz. Porque me quedan cuentos y canciones y espacios seguros para regalarte. Porque cuando existo, resisto, porque sé que mi felicidad los quiebra.

Soy ancestra porque amo, porque quiero verte crecer y escapar y elegir y soñar, porque quiero estar ahí para que me compartas todas tus primeras veces, todas tus preguntas, todas tus tristezas, porque quiero verte equivocar y aprender, y volver a empezar y correr y volar, y entender, y tomarte suavemente de la mano, hasta que decidas reunirte con nosotras.