Villa Indómita
En el principio que es inicio de la vida, desde el útero de mi ancestra, de mi abuela y de mi madre, existe una comunidad que es es ombliga, raíz y naríz, son muchas y a la vez es una.
Allí las mujeres con el ritmo que proviene del corazón de nuestras madres, confabulamos para crear la vida, desde lo simple hasta lo más complejo, desde sembrar una semilla hasta la justicia misma, la tierra fértil es preciada fortuna y la palabra es el artefacto de mayor poder creador.
VILLA INDÓMITA, es donde he sembrado mi ombliga, allí desde las niñas hasta las abuelas recogen el saber del corazón, aún con los ojos nublados siempre conectan y siguen su intuición, se riega y se siembra, se escribe y se crea, desde nuestra magia construimos la realidad que se va hilando cual telaraña entre versos llenos de amora y verdad.
Soy yo y nosotras, las que venimos de la raíz propia de la vida, que nacimos de mujer, la que encontró su camino en las palabras, la que alivió sus pesares escribiendo, la que se descubrió amada existiendo junto a otras, la que hoy se sabe escribana y también lesbiaraña, la que comparte y aprende de las amigas sabias que contienen la bella noche oscura en sus cabelleras.
Cada mañana al juntarnos es una celebración, que se siente en el corazón y se plasma en papel, pequeños garabatos, letras que se suman para crear palabras que cuentan nuestra existencia, que invitan a regresar a nosotras mismas, a nuestra raíz, allí donde dejamos sembradas nuestras ombligas, al lugar de recuperación, al espacio seguro que llamamos MUNDA.
Aquí estamos, esperamos por ti, para que enraices tu ombliga y junto a nosotras conjuremos la vida en Libertad escrita con L de Lesbiandad.
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