Ancestra que habita el fuego

Yo soy ancestra porque existo en la historia y existo en tiempos. He sido, soy y seré.

En mí habitan rebeldías que muestran a otras lo que significa ser Lesbiana en este mundo y cómo combatimos todo aquello creado por los destructores.

En mí habita el ejemplo de Las batallas que sólo libramos como lesbianas para ser libres. Soy como posibilidad y como realidad, soy como apuesta de un continuo político que sostiene a las mujeres que descienden de mí, tal como otras me han sostenido a mí en el pasado.
Somos porque todas nos hemos reinventado, porque hemos reconocido la necesidad de mostrar, crear y experimentar la vida desde otro ángulo.

Un ángulo que nos permite amar en libertad, existir en libertad, escribir en libertad y así contar nuestras historias: que el mundo sepa que existimos, fuimos, somos y seremos resistencia.

La resistencia antipatriarcal, resistencia política, resistencia en todos los puntos cardinales.

Trazamos nuestros propios mapas y nuestros propios territorios, aquellos que heredamos y aquellos que dejamos a otras, que como nosotras han tenido miedo, y así hemos de reconocernos en otras para avanzar y seguir caminando en la lesbiandad.

Hoy mi acción más potente de lesbiana vieja ha sido encontrarme en otras como yo,  escucharlas, vivirlas, juntar nuestro fuego y potencia creadora para seguir sentando precedentes, para que nadie nunca más pueda borrarnos ni decirnos cómo amar o cómo existir.
Hoy mi acción más potente es reconocerme lesbiana, vivirme lesbiana, y, como dicen mis amigas lesbianas, que se me note ser lesbiana.

Habré de seguir existiendo porque todas las lesbianas habitamos el fuego y el fuego nunca cesa, habré de seguir existiendo por mí por todas por nuestra liberación absoluta, por el camino a la utopía, por la convicción de que somos el ejemplo de qué otras formas son posibles y tenemos el poder para hacerlos suceder.

Seguiremos derrumbando el patriarcado desde la raíz.