El mohán

Cuentan las Abuelas que desde hace mucho existe un esperpento aterrador
de aspecto desprolijo llamado MOHÁN, con m de monstruo, con m de macho,
es bastante astuto y suele camuflarse de varias formas y colores para perpetrar su ataque.

Cuando aparece casi siempre le acompaña una densa bruma que va dejando a su paso,
luego lanza una baba espesa inmovilizando completamente a sus víctimas,
con sus uñas alargadas empieza a dar grandes arañazos, drena la energía
quitándoles la motivación y el deseo de continuar, nublando la visión y desorientándolas.

Este malvado ser tiene la capacidad de introducir voces autodestructivas y saboteadoras
en las cabezas de las mujeres, volviéndolas inseguras y vulnerables.


Mi nombre es Nademu y pertenezco a VILLA INDÓMITA; una comunidad poblada por mujeres de todas las edades y saberes.

Al igual que yo, muchas han sido atacadas en numerosas ocasiones por el detestable mohán. Pero poco a poco hemos aprendido a reconocer cuando viene. Entonces nos disponemos para resistir, no solas, si con otras.

Nos juntamos en domingo libreta y lápiz en mano; las palabras empiezan a conjurarse y nuestras voces las gritan con tanta fuerza, poder y verdad, que logran ahuyentarlo. Corre despavorido y se aleja, tal vez no para siempre, pero cada vez nos sentimos más preparadas para poder desterrarlo de nuestras vidas y de nuestra villa.

Nosotras, las Indómitas ya estamos armando la estrategia, la hemos llamado “Munda, con M de Mujer”, se ha ido construyendo con libreta y lápiz en mano, entre tantas otras herramientas. De a poco, pero con certeza, sin temor a alzar nuestras voces; cada una aporta lo suficiente para materializarlo, será una realidad, donde todas habitaremos libres y seguras, no existirá Mohán alguno que nos perturbe.


Ilustración de Maria Biktimirova (Manka Kasha)

Comentarios