Conmoverse

Con mover se, ser
movimiento de agua
ojos acuosos
gotita con sal que resbala por mi mejilla 
y mi nariz con moquitos,
sentimiento/sensación de calor en el pecho
combinado con melancolía,
con agua,
apapacho,
corazón,
garganta,
cara,
ojos,
mejillas.
Son lagrimitas movidas por la confianza de la otra, las otras,
de mostrarse vulnerables,
de ser, de dejarme ser también con ellas.

Como cada vez que alguna,

otra mujera,

alguiena,

cuenta una historia triste

y siento su tristeza en una lágrima.

Como cuando María me trae un regalito inesperado de algún lugar que visitó

y se acordó de mi,

y ese gesto me llena de amor.

Como cuando Kenia dice que no me trajo un tamalito para cenar

porque no había sin carne

o trae una pieza de pan extra para cenar juntas.

Como cuando mamá

al llegar a casa me dice que hizo sopita de tortilla porque me gusta.


Como cuando al reunirnos

otras lesbianas traen comida hecha de plantitas para compartir,

aunque ellas aún no sean veganas.


Como cuando Lulú, mi tía enfermera, preocupada por la abuela Carmen,

entre sus jornadas de 24 x 48 horas se toma el tiempo de traerle caldo de pollo

o preocuparse porque me esguincé el tobillo.


Como cuando Karina nos brinda una espacia segura, iluminada por la luz de la sol

y llena de plantitas para escribir junto con otras.


Como cuando Janet, de quiena menos lo esperaba

se acordó de mí y me trajo un regalo de cumpleaños,

un hermoso separador pintado a mano.


Como cuando Coco me busca para acurrucarse 

y juntar su cuerpecita calientita junto a mí.


Como cuando otra trae pañuelos 

y los ofrece a otra que llora.

Como cuando otra mujera deja su corazona al descubierto 

al compartirnos lo maravillosa que es.


Desde entonces me censuro menos,

cada vez menos,

y dejo caer esas gotitas de sal al suelo,

a la tierra,

ya no las seco ni las contengo en un nudo en la garganta,

dejo que mi corazona se llene de su amor

y si quieren, ellas del mío.

Dejo salir más esos impulsos o palabras que deseo decirles,

desde entonces ya no quiero estar en espacios mixtos,

desde entonces trato de ser más compasiva y amorosa conmiga misma,

para poderlo ser más genuinamente con las otras,

desde entonces miro diariamente la ciela, las nubes, 

la sol, la luna y las estrellas, y me doy un respiro.


Desde entonces…

ya no imagino mi vida sin la presencia de otras lesbianas.


Fotografía de Carlota Castillo


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