Despedida a ellas

Amoras, me gustaría que sepan de forma escrita, lo que en algún momento les he verbalizado. No espero nada automático, pero sí algún momento de adquisición, observación y apertura de ojos, oídos, boca.

Me ha sido complicado llegar a este momento y tomar la elección del movimiento; mi carta astral me muestra mucha agua, por lo que me dejo llevar -o bueno-, me dejaba llevar. Ahora hice una barca y aprendí a ser capitana, y a las mares ponerles nombres, trazar las rutas en mapas varias, donde todas están ahí, presentes

Con cada una es/ha sido diferente, sin embargo lo he disfrutado, cada viaje, en cada puerto de alguna forma son un refugio para mí, una calma. Pero en todos esos caminos, me he ido reencontrando para autodeterminarme; no solamente busco calma, sino bienestar, agusticidad, calidez, amora, abrazos y en todos esos trayectos no están, he/hemos ido perdiendo y para retomar es necesario que sea bidireccional.
Por lo que es importante y necesario que tomen el timón de su barca, el remo, motores o de la forma que elijan, su transporte marítimo, y aprendan del trayecto hacia su posible refugio: yo.

Convertirse, aprender, reconocerse como la capitana de su transporte, estoy segura que les gustará y se sentirán libres porque todas tienen pasajeras a las que pueden invitar a su barca e invitar posteriormente a que hagan la suya.

De sus caminos he aprendido a navegar con bonanza, tormentas, sol, lluvia, con insumos o no; agradezco lo vivido, pero ahora quisiera que ustedas lleguen a mi isla para escucharlas gustosamente, saber cómo les fue, cómo se sintieron, qué aprendieron, cuántos viajes emprendieron antes de llegar…

Del faro también me encargo, no tengo temor de avanzar de noche, lo mantendré encendido esperando su arribo, sola o con quienas hayan llegado hasta ese momento, conmiga, a mi isla.

* Escrito por Amra Fabiola
En aquel faro, Luisa Rivera.


Comentarios

Entradas populares